Dentro de los tres meses que separan la Anunciación del Señor del nacimiento de Juan Bautista, se celebra la Visitación: fiesta del encuentro de María y de Isabel, pero, sobre todo, del misterioso encuentro de dos seres a través de las dos madres, portadoras una del Mesías, y la otra del Precursor. Es una fiesta llena de la alegría del Magnificat.